sábado, 21 de julio de 2007

Roma, la ciudad de las gaviotas

Hace unos días regresé de Roma, estuve unos días por allí turisteando...y ahora entiendo porqué la llaman la "ciudad eterna", sin duda te da la sensación de estar en el centro del mundo, te adentras en otra época, sientes aún la presencia de esa magnitud imperial cuando caminas por el foro...guau es impresionante! lo mires por donde lo mires es bello, y no puedes dejar de contemplarlo, junto con el resto de la ciudad de fondo, porque estas hipnotizado por esa sensación de eternidad que ante tí se presenta y que por supuesto ha estado allí durante tanto tiempo, y allí seguirá.

Y como no, la Piazza Navona, (que aunque estaba de obras) sigue teniendo esa magia, que me hace sentirme tan agusto, es como si desde allí conectase con cualquier ciudad del mundo, y a la vez me hace sentir como en casa. Se respira tranquilidad y una paz especial. Sobre todo con los colores del atardecer, una vez mas vuelves a sentir la eternidad en tu piel.

Nos ocurrieron cosas muy curiosas por allí, topamos (o mejor dicho, él topó con nosotros) con un Don Quijote cibernético, nos encontramos de noche en la oscuridad de la vía del Corso con unos cuantos locos que parecían querer raptarnos para alguna extraña secta ..., nos recorrimos villa Borguese en bici-carro mientras otro loco nos espiaba espectante por si perdiamos el control del carro y nos matábamos..., casi morimos de sobrecarga mental tras vernos la galería Borguese en menos de hora y media, en varias ocasiones casi caemos en coma tras comernos unos deliciosos platos de pasta (una experiencia religiosa, os lo aseguro), entramos por el morro en el Coliseo (y nos ahorramos nada mas y nada menos que 22 euros!), vimos muchas iglesias, probamos el café del McDonalds (no nos quedó otro remedio, está plagado de ellos, aunque he de decir que está delicioso), vimos bañarse a unos fans de Anita Ekberg y Marcello Mastroianni en la fontana de Trevi, y por supuesto dimos rienda suelta la Paqui y la Candela fieles siempre a Roma…

¿De qué color es Roma?
Ana dijo amarilla, yo dije roja (por supuesto) y Raquel, curiosamente dijo naranja.
Claramente es una ciudad cálida, incandescente, ardiente, originaria, dinámica y por supuesto muy excitante

Y si he de elegir un adjetivo para calificarla, sin duda: INFINITA

¡¡¡Y no por úlitimo menos importante, un urra por nuestro pizzero favorito: el egipcio de la calle Tuscolana, sin duda el mejor, le recordaremos siempre!!!! Ummm espectacolare!!

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